martes, 28 de mayo de 2013

redacción 800 palabras


                                                        UN INVITADO ESPECIAL
 
Érase una vez un niño de 11 años llamado Tomy. El vivía con su madre  en un pueblo de Huelva. Su madre se llamaba Lola y era una mujer muy trabajadora y se quedaba en su trabajo, la cafetería hasta muy tarde. Mientras, Tomy, un chico muy responsable y también un poco curioso se quedaba en su casa viendo la televisión . Él siempre le decía a su madre que quería tener una mascota, aunque ella siempre le respondía que no. Tomy le llevaba de todo tipo de animales: perros, gatos, ratones... pero a su madre no le gustaba ninguna de ellas. El pobre no tenía amigos, porque casi todos los de su pueblo eran unos matones y le pegaban. Un día en la cafetería conoció una persona, él era un adulto pero le comprendía perfectamente; los dos creían en los monstruos, alienígenas raros seres, aunque nadie les comprendieran.
Una noche Tomy volvió a su casa y se puso a ver la televisión, entonces escuchó que alguien había visto caer un meteorito cerca de su casa en el bosque. En lugar de irse a dormir cogió su linterna y se fue a ver lo que había ocurrido. Pasado un rato vio una intensa luz en el bosque y se acercó a ella, la había encontrado, era una gran bola gigante llena de fuego y lava, allí hacia un calor espantoso. Él sabía que corría peligro y cuando se iba a ir de repente vio que de tras del meteorito sobresalían tentáculos y uñas ¡No lo podía creer era un alienígena! Empezó a comer madera de los árboles y Tomy salió corriendo hacia la carretera. Allí se encontró a su madre que estaba buscándolo muy preocupada. Cuando llegaron a su casa Tomy le contó a su madre lo que había ocurrido pero ésta no le creyó.
Al día siguiente fue a contárselo a su amigo Jake, el de la cafetería. Él como siempre si  le creyó y juntos fueron a buscar leña, porque era de lo que se alimentaba el extraño ser y podrían usarlo de cebo. Se llevaron todo el día, hasta se quedaron dormidos; cuando se despertaron no quedaba ni rastro de la leña ¡Se la había comido! aunque no habían conseguido verlo, pero de repente miraron hacia atrás y allí estaba ¡vaya! ¡era muy muy raro!. Salieron corriendo aunque él les seguía. Cuando se pararon el extraterrestre empezó a hablar su idioma, ellos quedaron alucinados y dijo:
-Tranquilos vengo en son de paz.
Empezaron a hablar del lugar de dónde provenía, de como se llamaba...
Se llamaba Tenti y venía del planeta Tronete.Tomy lo escondió en su cuarto, pensó que dormiría debajo de su cama en una manta y si viniera su madre lo escondería en el armario.
Un día mientras estaban comiendo Tomy y Lola, Tenti tenía hambre y bajó a la cocina a comer algo, como sólo le gustaba la madera y los muebles de la cocina estaban hechos de ella arrancó un trozo y se fue; casi lo pilla la madre, pero Tomy dijo que se había caído algo de arriba del mueble para disimular.
Al día siguiente salió a hacerle a su madre unos recados y se lo llevó envuelto en una manta para que no lo vieran, cuando regresaron vieron juntos una película y comieron muchas golosinas, por supuesto las de Tenti eran virutas de madera, le chiflaban. Tenti le explicó que podía revivir personas, abrir portales a otros mundos y que lo sabía todo sobre nosotros. Tomy le preguntó si había más como él, Tenti contestó que si y más diferentes. De repente alguien llamó a la puerta y ....era Jake, sabía que era el mejor momento para decirle lo de Tenti:
-Jake, tengo que decirte algo, mira. Dijo Tomy mientras se lo enseñaba, Jake quedó fascinado al ver que lo tenía en su casa  y a la vez se asustó. Cuando Jake se enteró de que podía abrir portales, le pidió que abriera uno a su mundo. Tenti hizo un ritual y apareció un portal en la pared, les avisó que en ese mundo había oxígeno y otras cosas como este mundo: árboles, piedra...sólo que sin coches, edificios, fábricas ni nada de eso, era todo natural. Una vez que entraron se parecía a la tierra, había grandes poblados, sus habitantes eran muy raros, comían madera igual que Tenti, aunque eran diferentes respecto al físico. Al entrar en el bosque vieron unos árboles muy extraños tenían la copa abajo y el tronco arriba, el núcleo del planeta estaba lleno de agua y en el mar había lava.
Aunque parecido era un mundo muy diferente.
Nos pusimos a jugar al balonmano que allí se llamaba tentacleball y se jugaba con un balón triangular. No había escuelas, lo sabían todo. Tenían de mascota un pájaro carpintero que  les ayudaba a conseguir su mayor golosinas: las virutas de madera. Además bebían lava y no se quemaban.
A Tomy y a Jake les encantó conocer ese nuevo mundo y extraña cultura y acordaron volver a visitarla pronto con la ayuda de Tenti, ya que éste pensaba quedarse con ellos una larga temporada, eso si en secreto, aunque seguramente tarde o temprano su madre le descubriría. Pero a Tomy no le importaba correr ese riesgo y vivir grandes aventuras con su nuevo amigo.
                    
                            
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario